Tan sólo mencionar La fotografía gastronómica, toca una parte sensible de mi vida, pues a pesar de no comer en cantidades grandes, siempre recuerdo haberme deleitado comiendo en casa ya que mi madre se dedicó a la gastronomía por muchísimos años, a esto le agrego que muchos en mi familia cocinan muy bien y la repostería en específico ni qué decir ¡Nos encanta! Por muchos años tuve este conflicto interno porque me encanta cocinar y es algo que disfruto tanto como hacer fotos, pero no quiero ir lejos del tema, el punto central aquí es que me encanta tomar fotografía de productos y en especial la fotografía gastronómica.

A lo largo de los años he tenido la oportunidad de aprender algo nuevo, en esta área de la fotografía como : La fotografía gastronómica, tenemos el producto en frente, lo podemos ver, oler, y lograr fotografiar con el propósito de mostrarlo provocativo, pero tan apetecible que el público objetivo al verlo no se resista y finalmente pueda adquirirlo.

Más allá de sólo verse irresistible, tenemos que lograr que la calidad de imágen sea muy fina, que el iso sea fino, que la iluminación sea perfecta, sus brillos perfectos y sombras suaves y así este material fotográfico nos sirva para diferentes impresiones, no sólo para una fotografía de página web o redes sociales, también para un banner en tamaño grande e impreso. 

Debemos recordar que todo entra por los ojos, un plato de comida sencillamente puede convertirse en amor a primera vista.